29 de agosto de 2018

Galatea






Ahora te pienso
el deseo eterno me emborracha
mi sangre corre cual caudal
intenso respiro y siento.


Fuego congela y no se apaga
explosivo me consume entre llamas
salvajes me devoran desesperadas, 
fugitivo derrotero y a veces perverso.


En el altar de mi pensamiento
pétrea diosa de mármol blanco
solitarias mis noches de invierno
si aquí te estoy mirando 
susurro frío de mis labios.


Acaricio tu piel 
deseo y desespero
rasguño mis puños
me arrodillo, rezo


Porque eres mía
por qué no eres mía
que los dioses sean testigos
la piedad acune mi pena


Resignado beso tus labios
y el mármol frío ahora quema
delgados tus dedos me tocan
el fuego la piedra quiebra


Me fundo en la cuna de tu boca
la piedra en carne trémula 
abrazo imposible 
relámpago que el cielo quiebra


Mis lágrimas tocaron tus labios
tu boca y mi boca, unidas las lenguas
no hay más piedra, ni mármol, ni frío
solo sangre y piel que de todo incendia


En el cielo nocturno titila una estrella
Diosa del Alba que lejana observa
Venus sonrojada de los amantes
Cuerpos que arden en imperecedera pira
Destruyendo destinos y quimeras




Griel