Mentira que no dormías
en las tardes de epifanías
en las cúpulas nocturnas
vacías e inexpresivas.
Arrullada por una guitarra
triste vals, suave melodía.
Liviandad desesperada,
libre descorazonada.
Murmullo de la niebla
caricia del rocío
pequeño pétalo de rosa
inmaculado y perdido.
Y me quede en el jardín
sin ningún otro sentido
buscándote en el vacío
gritando, pero ya te habías ido.
Griel 12/04/12
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.